Un camino más auténtico y humano

Comparto esta reflexión con la esperanza de que pueda servir a otros, nunca es tarde para reconocer errores, transformar lo vivido en aprendizaje y elegir un camino más auténtico y humano.

Durante una etapa de mi vida creí haber encontrado en un compañero a un referente político. Con el tiempo descubrí que no lo era. En realidad, por distintas razones, terminé atrapado en una influencia negativa que me llevó a actuar de formas que hoy lamento profundamente. Reconozco que participé, incluso sin plena conciencia, en acciones que dañaron a otras personas, y ese arrepentimiento me acompaña cada día.

Con distancia puedo ver que aquel a quien seguí fue construyendo un camino basado en el ego, la arrogancia, la falta de sensibilidad y empatía hacia todos los que le rodeaban. Subió con la ayuda de muchos, pero en ese ascenso dejó atrás, y muchas veces pisoteó, a quienes estaban a su lado. Y la vida, tarde o temprano, devuelve lo que uno siembra, hoy él enfrenta el peso de sus propias decisiones.

Yo, por mi parte, me quedo con el aprendizaje que me han dado estos años. Me duele haber formado parte de algo injusto, pero también entiendo que la juventud y la inexperiencia nos pueden llevar a confiar ciegamente en quienes no lo merecen. Ahora, con más serenidad, tengo claro que no quiero callar nunca más frente a la mentira, el abuso o la manipulación.

Hoy siento que es tiempo de enmendar, en lo posible, los errores del pasado. No desde la culpa, sino desde la responsabilidad y el deseo de ser mejor. Cada día es una oportunidad para vivir con más coherencia, más humanidad y más verdad.

No busco señalar ni juzgar a nadie. Solo quiero aprender, crecer y aportar desde la sinceridad. Porque sé que el silencio ante la injusticia solo fortalece al injusto. Y mientras me queden fuerzas, quiero que mi voz, mis actos y mi ejemplo estén al servicio de la justicia, la dignidad y la verdad.

Juan Jiménez Suárez

Concejal de Vías, Obras e Infraestructuras del Ayuntamiento de Santa María de Guía