Uno es de letras por lo que los entresijos de la contabilidad municipal suenan a cuento chino, pero como uno también tiene un poco de sentido común, hay cosas que no cuadran por mucho que si lo hagan los números presupuestarios municipales. Así, nos encontramos con que en el año 2006, el Consistorio cerró el ejercicio de ingresos con 10 millones de euros menos de lo previsto, pero así y todo, tienen un superávit de tres millones de euros. El milagro del pan y los peces suena limosna limosnera comparado con los milagros contables del consistorio galdense, aunque ya se sabe, que en cuestión de números todo cuadra aunque sea ficticio.
Infonortedigital
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29 de Septiembre de 2007
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