Agaete pone fin a dos años de magua

Palpita a un ritmo frenético este miércoles tres de agosto el corazón de Agaete, porque tras dos años de magua, se acerca el ansiado instante en el que el volador suene en la madrugada.

Se siente intensamente la alegría, se siente en todo el cuerpo el tiempo de fiesta. Y es que desde hace días, en la villa marinera solo se escucha el “ya viene”, el “se acerca” y como antaño la jiribilla vuelve a prender en los vecinos desde primeras horas del día.

Se repite otra vez el ritual dormido durante dos años. Así, en la mañana de este tres de agosto se preparará el hogar para recibir a la familia y a los amigos.

El ajetreo en las cocinas será frenético, preparando el caldo reparador, la ensaladilla rusa y la carne mechada. En la calle el vientillo no molesta ya que anuncia, agitando las banderas que engalanan las calles, que está todo preparado para la fiesta.

Se esperará con impaciencia que la noche haga su presencia para tomar la calle Concepción y la plaza, saludando a los conocidos, calmando los nervios con una cerveza.

Se vivirán con emoción los reencuentros, compartiendo las confidencias acumuladas en este tiempo sin fiesta.

Se mirará el reloj constantemente y se hará con prisa el recorrido hasta el Ayuntamiento, con la mirada bañada en lágrimas de alegría.

Y cuando a las cinco de la madrugada el volador suene rotundo y la Banda entone el  "Quinto Levanta" y “Aromas de Enguera”, Agaete en peso alzará los brazos al cielo, clamando por el amanecer que trae el nuevo día de enramada.