La llegada de la Virgen de la Medalla Milagrosa en 1959 marcó el inicio de una celebración que unió a los habitantes de El Risco, consolidando su identidad y tradición religiosa en medio del aislamiento geográfico.
Las iniciales calles surgen partiendo de la primitiva ermita de la villa, situada desde las primeras décadas del siglo XV detrás de la actual iglesia de la Concepción
"...comer cada día dependiera de la producción propia y el devenir de las cosechas, en especial la de cereales, base de la alimentación de la mayoría de los culetos..."
Agaete era un pueblo “con pocas luces”, además de la farola del mar, en la punta del viejo puerto, que en el crepúsculo encendía el guarda muelle, sirviendo de faro en las noches oscuras a las embarcaciones y pescadores
"... figura que resulta de ponerse una persona, una gran cabeza de cartón, lo que le da la apariencia de enano, y que, en algunas fiestas, suele acompañar a los “gigantones”.